Home || Mision || Ven a Jesus || Lectura || Preguntas || El Salmo Sanador || El Padre Nuestro || Contáctenos |

Plan para leer toda la Biblia en un Año

Jesús, el buen pastor

2 Chronicles 1-3, John 10:1-23(Reina-Valera 1960)

2 Crónicas 1

Salomón pide sabiduría

   

(1 R. 3.3-15)

   1 Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera.

    2 Y convocó Salomón a todo Israel, a jefes de millares y de centenas, a jueces, y a todos los príncipes de todo Israel, jefes de familias.

    3 Y fue Salomón, y con él toda esta asamblea, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que Moisés siervo de Jehová había hecho en el desierto.

    4 Pero David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado; porque él le había levantado una tienda en Jerusalén.(A)

    5 Asimismo el altar de bronce(B) que había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar Salomón con aquella asamblea.

    6 Subió, pues, Salomón allá delante de Jehová, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.

    7 Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé.

    8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo.

    9 Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.(C)

    10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?

    11 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,

    12 sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.

    13 Y desde el lugar alto que estaba en Gabaón, delante del tabernáculo de reunión, volvió Salomón a Jerusalén, y reinó sobre Israel.

   

Salomón comercia en caballos y en carros

   

(1 R. 10.26-29; 2 Cr. 9.25-28)

   14 Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes,(D) los cuales puso en las ciudades de los carros y con el rey en Jerusalén.

    15 Y acumuló el rey plata y oro en Jerusalén como piedras,(E) y cedro como cabrahigos de la Sefela en abundancia.

    16 Y los mercaderes del rey compraban por contrato caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón.(F)

    17 Y subían y compraban en Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento cincuenta; y así compraban por medio de ellos para todos los reyes de los heteos, y para los reyes de Siria.

   

2 Crónicas 2

Pacto de Salomón con Hiram

   

(1 R. 5.1-18; 7.13-14)

   1 Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino.

    2 Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en los montes, y tres mil seiscientos que los vigilasen.

    3 Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase.

    4 He aquí, yo tengo que edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos a mañana y tarde, en los días de reposo,[a] nuevas lunas, y festividades de Jehová nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel.

    5 Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.

    6 Mas ¿quién será capaz de edificarle casa,(G) siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo? ¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él?

    7 Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales dispuso mi padre.

    8 Envíame también madera del Líbano: cedro, ciprés y sándalo; porque yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con los tuyos,

    9 para que me preparen mucha madera, porque la casa que tengo que edificar ha de ser grande y portentosa.

    10 Y he aquí, para los trabajadores tus siervos, cortadores de madera, he dado veinte mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.

    11 Entonces Hiram rey de Tiro respondió por escrito que envió a Salomón: Porque Jehová amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.

    12 Además decía Hiram: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David un hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente, que edifique casa a Jehová, y casa para su reino.

    13 Yo, pues, te he enviado un hombre hábil y entendido, Hiram-abi,

    14 hijo de una mujer de las hijas de Dan, mas su padre fue de Tiro; el cual sabe trabajar en oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí; asimismo sabe esculpir toda clase de figuras, y sacar toda forma de diseño que se le pida, con tus hombres peritos, y con los de mi señor David tu padre.

    15 Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo y cebada, y aceite y vino, que ha dicho;

    16 y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y te la traeremos en balsas por el mar hasta Jope, y tú la harás llevar hasta Jerusalén.

    17 Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que había en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.

    18 Y señaló de ellos setenta mil para llevar cargas, y ochenta mil canteros en la montaña, y tres mil seiscientos por capataces para hacer trabajar al pueblo.

   

2 Crónicas 3

Salomón edifica el templo

   

(1 R. 6.1-38)

   1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.

    2 Y comenzó a edificar en el mes segundo, a los dos días del mes, en el cuarto año de su reinado.

    3 Estas son las medidas que dio Salomón a los cimientos de la casa de Dios. La primera, la longitud, de sesenta codos, y la anchura de veinte codos.

    4 El pórtico que estaba al frente del edificio era de veinte codos de largo, igual al ancho de la casa, y su altura de ciento veinte codos; y lo cubrió por dentro de oro puro.

    5 Y techó el cuerpo mayor del edificio con madera de ciprés, la cual cubrió de oro fino, e hizo realzar en ella palmeras y cadenas.

    6 Cubrió también la casa de piedras preciosas para ornamento; y el oro era oro de Parvaim.

    7 Así que cubrió la casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes y sus puertas, con oro; y esculpió querubines en las paredes.

    8 Hizo asimismo el lugar santísimo,(H) cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la casa, y su anchura de veinte codos; y lo cubrió de oro fino que ascendía a seiscientos talentos.

    9 Y el peso de los clavos era de uno hasta cincuenta siclos de oro. Cubrió también de oro los aposentos.

    10 Y dentro del lugar santísimo hizo dos querubines(I) de madera, los cuales fueron cubiertos de oro.

    11 La longitud de las alas de los querubines era de veinte codos; porque una ala era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra de cinco codos, la cual tocaba el ala del otro querubín.

    12 De la misma manera una ala del otro querubín era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra era de cinco codos, que tocaba el ala del otro querubín.

    13 Estos querubines tenían las alas extendidas por veinte codos, y estaban en pie con los rostros hacia la casa.

    14 Hizo también el velo(J) de azul, púrpura, carmesí y lino, e hizo realzar querubines en él.

   

Las dos columnas

   

(1 R. 7.15-22)

   15 Delante de la casa hizo dos columnas de treinta y cinco codos de altura cada una, con sus capiteles encima, de cinco codos.

    16 Hizo asimismo cadenas en el santuario, y las puso sobre los capiteles de las columnas; e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.

    17 Y colocó las columnas delante del templo, una a la mano derecha, y otra a la izquierda; y a la de la mano derecha llamó Jaquín, y a la de la izquierda, Boaz.

   


Juan 10

Parábola del redil

   1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

    2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

    3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

    4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

    5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.

    6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.

   

Jesús, el buen pastor

   7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

    8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.

    9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

    10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

    11 Yo soy el buen pastor;(A) el buen pastor su vida da por las ovejas.

    12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.

    13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.

    14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,

    15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre;(B) y pongo mi vida por las ovejas.

    16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

    17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.

    18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

    19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.

    20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?

    21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?

   

Los judíos rechazan a Jesús

   22 Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno,

    23 y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.









































eXTReMe Tracker