1 Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.
2 Sea
el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.
3
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea
alabado el nombre de Jehová.
4
Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre los
cielos su gloria.
5
¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que se sienta en las
alturas,
6 Que
se humilla a mirar
En el cielo y en la tierra?
7 El
levanta del polvo al pobre,
Y al menesteroso alza del
muladar,
8
Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes
de su pueblo.
9 El
hace habitar en familia a la estéril,
Que se goza en ser
madre de hijos.
Aleluya.
1 Cuando salió Israel de
Egipto,(A)
La casa de Jacob del pueblo extranjero,
2
Judá vino a ser su santuario,
E Israel su señorío.
3 El
mar lo vio, y huyó;(B)
El Jordán se volvió atrás.(C)
4 Los
montes saltaron como carneros,
Los collados como
corderitos.
5
¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y tú, oh Jordán, que
te volviste atrás?
6 Oh
montes, ¿por qué saltasteis como carneros,
Y vosotros,
collados, como corderitos?
7 A
la presencia de Jehová tiembla la tierra,
A la presencia
del Dios de Jacob,
8 El
cual cambió la peña en estanque de aguas,(D)
Y en fuente de aguas la roca.
1 No a nosotros, oh Jehová,
no a nosotros,
Sino a tu nombre da gloria,
Por tu misericordia, por tu verdad.
2
¿Por qué han de decir las gentes:
¿Dónde está ahora su
Dios?
3
Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha
hecho.
4 Los
ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de
hombres.
5
Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;
6
Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen narices, mas no
huelen;
7
Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No hablan con su garganta.
8
Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y cualquiera
que confía en ellos.(E)
9 Oh
Israel, confía en Jehová;
El es tu ayuda y tu escudo.
10
Casa de Aarón, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y
vuestro escudo.
11
Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
El es vuestra
ayuda y vuestro escudo.
12
Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a
la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.
13
Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a
grandes.(F)
14
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros
y sobre vuestros hijos.
15
Benditos vosotros de Jehová,
Que hizo los cielos y la
tierra.
16
Los cielos son los cielos de Jehová;
Y ha dado la tierra
a los hijos de los hombres.
17 No
alabarán los muertos a JAH,
Ni cuantos descienden al
silencio;
18
Pero nosotros bendeciremos a JAH
Desde ahora y para
siempre.
Aleluya.
1 ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?
2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?
4 Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia?
5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos,
6 sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?
7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?
8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen;(A) todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.
13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.
15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.
16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.(B)
17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros,(C) el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.