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Plan para leer toda la Biblia en un Año

Viene con las nubes

Hosea 1-4, Revelation 1(Reina-Valera 1960)

Oseas 1

La esposa infiel de Oseas, y sus hijos

   1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías,(A) Jotam,(B) Acaz(C) y Ezequías,(D) reyes de Judá, y en días de Jeroboam(E) hijo de Joás, rey de Israel.

    2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.

    3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

    4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel,(F) y haré cesar el reino de la casa de Israel.

    5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.

    6 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama,[a] porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.

    7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

    8 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.

    9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi,[b] porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.

    10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.(G)

    11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.

   

Oseas 2

El amor de Jehová hacia su pueblo infiel

   1 Decid a vuestros hermanos: Ammi;[c] y a vuestras hermanas: Ruhama.[d]

    2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;

    3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.

    4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.

    5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.

    6 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.

    7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.

    8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.

    9 Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez.

    10 Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.

    11 Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo,[e] y todas sus festividades.

    12 Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.

    13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

    14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

    15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor(H) por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.

    16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi,[f] y nunca más me llamarás Baali.[g]

    17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.

    18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.

    19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.

    20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.

    21 En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.

    22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.[h]

    23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío,(I) y él dirá: Dios mío.

   

Oseas 3

Oseas y la adúltera

   1 Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.

    2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.

    3 Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo.

    4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.

    5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

   

Oseas 4

Controversia de Jehová con Israel

   1 Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra.

    2 Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden.

    3 Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán.

    4 Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote.

    5 Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré.

    6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

    7 Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta.

    8 Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma.

    9 Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras.

    10 Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová.

    11 Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.

    12 Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde; porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar.

    13 Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados, debajo de las encinas, álamos y olmos que tuviesen buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán vuestras nueras.

    14 No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando adulteren; porque ellos mismos se van con rameras, y con malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.

    15 Si fornicas tú, Israel, a lo menos no peque Judá; y no entréis en Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: Vive Jehová.

    16 Porque como novilla indómita se apartó Israel; ¿los apacentará ahora Jehová como a corderos en lugar espacioso?

    17 Efraín es dado a ídolos; déjalo.

    18 Su bebida se corrompió; fornicaron sin cesar; sus príncipes amaron lo que averg:uenza.

    19 El viento los ató en sus alas, y de sus sacrificios serán avergonzados.

   


Apocalipsis 1

La revelación de Jesucristo

   1 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

    2 que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

    3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

   

Salutaciones a las siete iglesias

   4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir,(A) y de los siete espíritus que están delante de su trono;(B)

    5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.(C) Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

    6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;(D) a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

    7 He aquí que viene con las nubes,(E) y todo ojo le verá, y los que le traspasaron;(F) y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.(G) Sí, amén.

    8 Yo soy el Alfa y la Omega,(H) principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir,(I) el Todopoderoso.

   

Una visión del Hijo del Hombre

   9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

    10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

    11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.

    12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

    13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre,(J) vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.(K)

    14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve;(L) sus ojos como llama de fuego;

    15 y sus pies semejantes al bronce bruñido,(M) refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.(N)

    16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

    17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;(O)

    18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

    19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.

    20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.









































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