Lucas 10:38-41: Por ; Dr. Carmelo Andujar
38 Aconteció que, yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
Marta estaba encargada del banquete para el Señor. Como nosotros, quería ofrecerle lo mejor a Él. Pero estaba muy afanada. Tanto que perdió el enfoque en lo que realmente era valioso.
Algunos creen que la solución es no tener nada qué hacer. Pero están equivocados. No hacer nada es tan malo con hacer más de una tarea a la vez. No puedes hacer muchas cosas al mismo tiempo, y si lo intentas ninguna sale bien. Si le das a cada cosa su momento y su lugar todo lo harás mejor.
El problema de Marta era que estaba haciendo una cosa, pero pensaba en muchas otras y eso la afanaba. La palabra afanada en el griego significa ansioso, preocupado.
En Lucas 10:42 leemos lo que Jesús le responde: Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Aprende a vivir sin estar turbado ni afanado. En quietud, Vivimos apresurados, afanados por muchas situaciones. Queremos hacer todo rápido, las mujeres quisieran tener a sus bebés en 3 meses, ¡qué bueno que la naturaleza se resiste a nuestro afán! Ya no te tomas el tiempo para vivir cada experiencia. Comes a prisa, duermes poco y ese estilo de vida genera estrés y ansiedad.
En la quietud descubrimos soluciones
Respecto a la capacidad de escuchar con calma, la Escritura nos dice en Eclesiastés 9:17-18: Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. 18. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Esto significa que debes aprender a escuchar tranquilamente al sabio. La sabiduría se transmite a quien escucha con atención. La quietud no significa inactividad. La palabra quietud en hebreo significa: “Estar quieto, callado, sin interrupciones”.
Deseamos encontrar solución a nuestros problemas. Acudes a la iglesia a escuchar consejo, pero si no pones atención, si tienes la mente en otro lugar, no podrás escuchar ni aprender.
Esta actitud además de crear confusión incrementa el estrés y no contribuye a solucionar nada. Nunca debes sacar conclusiones apresuradas.
"El Señor no quiere que estés sin ocuparte, quiere que no te afanes mientras estás ocupado."
Tu actitud para escuchar debe ser calmada y apacible. Si estás ansioso y enojado no escuchas, solamente esperas algo que te provoque para reaccionar. Para poder escuchar y hablar es necesario encontrar el momento oportuno para ser escuchado. A veces, cuando intento enseñar o dar instrucciones y veo que las personas a quienes me dirijo están distraídas, prefiero callar y esperar a que mis oyentes tengan una actitud receptiva.
El afán nos aleja de lo importante
Jesús dijo: “hay una sola cosa necesaria”. Si llenamos nuestra necesidad espiritual, si saciamos nuestra hambre y sed de Dios, el afán por lo demás empezará a desaparecer. La palabra de Dios nos da instrucciones, si las escuchamos y seguimos, el afán por el vivir desaparece, no nos turbará. Esto se aplica a todos por igual. No es necesario ser predicador para leer, creer y llenar nuestra necesidad con su palabra.
El Señor no quiere que estés sin ocuparte, quiere que no te afanes mientras estás ocupado. El agotamiento no viene por el exceso de trabajo sino por el afán y el exceso de preocupación. Terminas agobiado y agotado por una actitud mental más que por una actividad física.
Consecuencias negativas del afán
Primero: El afanado habla mal de quienes no lo están.
Segundo: El estresado siempre se victimiza.
Marta criticó a su hermana. La versión de la Biblia al Día dice: “¿No crees que es injusto que mi hermana esté allí sentada mientras yo me mato trabajando?” Ella debió dejar de acusar, dejar la cena de lado y, al igual que María, se hubiera dedicado a escuchar a Jesús.
¡Con esta actitud también acusaba al Señor! Es como si le dijera: “¿No crees que es injusto que sólo yo tenga que hacer la cena, por qué no le dices a mi hermana que me ayude? Es injusto que te escuchen a ti cuando hay mucho que hacer”.
Debes tener cuidado de no acusar al Señor por tu forma de administrar el tiempo. Muchos cansados y estresados terminan en el hospital. Algún amigo cristiano intentando ministrar al enfermo le dice: “El Señor te mandó a descansar”. ¡Cuidado con blasfemar! Dios no te envía enfermedad para castigarte o darte una lección. Es tu necedad la que te enferma. Si te enfermas por estrés no culpes al Señor, mejor aprende a escuchar su Palabra y no te afanarás.
Enfócate en una cosa y la harás bien. Si te afanas en muchas cosas a la vez, no lograrás terminar ninguna con éxito. Detente a disfrutar lo que vives.
Si necesitas consejo para priorizar tus tareas, háblale al Señor. Él te dará paz.
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No te Rindas.
2 Corintios 4:8-9 Por. Carmelo Andujar(Pastor)
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
El ADN que Dios ha puesto en nosotros es de vencedores. Somos perseguidos y derribados, pero nunca abandonados por Dios o destruidos Tal vez decimos: “Lo más seguro es que esto me sucede porque de plano hay algo en mi contra. Señor, Tu favor no me acompaña.” visualizar que los planes del Señor son buenos, agradables y perfectos, que la aflicción no es el plan de Dios. Todo depende de a qué le prestamos atención, ¿en qué nos enfocamos? En la tribulación o en que no estamos abatidos; en que somos perseguidos o en que no estamos abandonados; en que estás derribado o en que no estás destruido.
Cambiemos nuestro enfoque, no aislemos la situación del gran panorama del plan de Dios para nuestra vida. Gracias a Dios, hay esperanza. Aprendamos ver lo bueno más que lo malo. En medio de un problema, agradece por todo lo que sí va bien, Fundamentemos nuestra casa sobre la roca, es decir, fortalece y afianza tu fe en el Señor para estar firme cuando venga la tormenta. confías en tu Padre, estarás firme, porque tu casa estará edificada sobre la roca. Podrás estar atribulado, pero no serás derrotado, en el nombre de Jesús. Queremos la belleza de que se abra el mar frente a nosotros
Debemos hacer como Moisés, voltear a ver a los cielos y clamar a Dios para que obre a nuestro favor. ¡Él responderá! Pero no dejemos de llevar a Dios a nuestro contexto para que nos ayude. Queremos el privilegio de ser herramientas en Sus manos, Queremos la belleza de Su presencia, Debemos perder el miedo a pedir y recibir milagros. Aprende a pararte frente a tu contexto y decir con poder:
“Dios se manifestará en mi vida.” No hay razones para darnos por vencidos, Pablo decía, y también afirmaba que a pesar de que nuestro cuerpo estuviera como muriéndose, nuestro espíritu podía renovarse. Abraham también tenía razones para rendirse, su cuerpo definitivamente era elemento en contra para que su promesa se cumpliera, pero no se dio por vencido. Dios nos dice: Ya te di las fuerzas y las cualidades para superar el reto. No te des por vencido a pesar de que las circunstancias intenten convencerte de que debes rendirte.
Date por vencedor, porque Dios está a tu lado y con Él nada ni nadie podrá derrotarte. porque hay esperanza de alcanzar el éxito, así como hay esperanza de fracasar, ambas luchan en nuestro interior diariamente.
Dile al Señor: “Tú eres todopoderoso y lo que dices se hará.” Él está a tu lado, El pelea tus batallas y sale en tu defensa, Así es Dios, aparece en el momento preciso. Cuando sientas que te darás por vencido, recuerda que tienes un Padre que te da por vencedor, solo debes confiar en Él.
Es como aquel famoso equilibrista que caminaba entre edificios a través de una cuerda; incluso atravesó las cataratas del Niágara de esa forma. Al llegar a la otra orilla, le preguntó a la multitud emocionada si creía que podría hacerlo en una bicicleta. Todos le gritaban que sí, pero al preguntar quién se subiría con él a la bicicleta, nadie respondió.
Creemos que Jesús es capaz de hacer maravillas, pero retrocedemos al momento de confiar en Él en medio de nuestra dificultad. Crees que Él puede resolver tus problemas, pero no quieres comprobarlo. ¿Te subirás con Él a la bicicleta, asumirás el riesgo? No te des por vencido.
El Espíritu Santo nos hará libres de todo yugo. Demos gracias porque a pesar de las circunstancias, Dios nos ha hecho vencedores. Sin importar qué situación estás enfrentando, tu Padre celestial está contigo y ya te ha dado la victoria, así que no te des por vencido, sino que date por vencedor.
Salmos 55:22 Por. Pastor: CarmeloAndujar
22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
A veces nos dejamos consumir tanto por las situaciones, por vencer obstáculos, que es lo único que pensamos, lo único de lo que hablamos y lo único por lo que oramos.
No seremos felices si no sucede exactamente como queremos que suceda. Si no nos cuidamos, eso nos lleva a la frustración y hasta el resentimiento.
Cuando percibes que esto sucede, debes regresar al lugar de reposo y paz donde puedas decir con sinceridad: "Dios, confío en ti. Creo que sabes lo que es mejor para mí. Y, Dios, aunque no funcione como quiero, no me sentiré infeliz. No voy a permitir que esto arruine mi día. Tomo la decisión de alegrarme en este lugar donde me pusiste.
Su Creador puede ver cosas en usted que las demás personas no pueden ver. Algunas veces, la gente va a tratar de hundirlo o de hacerle sentir insignificante. Algunas veces sus propios pensamientos trataron de convencerlo de que no da la talla.
Pero Dios mira más allá de la superficie, más allá de los errores que ha cometido, más allá de lo que alguien dijo acerca de usted y Él ve su increíble valor. Usted podría pensar, me he equivocado. Lo he arruinado. He fallado. Estoy eliminado.
No, Dios aún ve más en usted. Dios no solamente ve lo que usted es; Él ve lo que usted puede llegar a ser. Quizá hayas cometido algunos errores, pero Dios todavía ve victoria en su interior.
La gente podría haber tratado de hundirlo. Pero Dios lo ve yendo más alto. Ahora, usted tiene que hacer su parte y librarse de esos pensamientos de condenación. Deshágase de lo que alguien ha dicho sobre usted y empiece a renovar su pensamiento.
En lo profundo, empiece a creer que usted es redimido, restaurado, talentoso y valioso. Aún si ha cometido errores, crea que algo bueno le espera.
Dios no ha terminado con usted. Él mira más allá de la superficie y ve su potencial. Profundice en su relación con Él y vea el despliegue de su plan para su vida.
Cuando Dios lo hizo, dio un paso atrás y dijo: “Me gusta. Bien hecho. ¡Otra obra maestra!”. El estampó su aprobación en usted. Otras personas podrían rechazarlo. Nuestra actitud debería ser: Estoy aprobado por el Dios todopoderoso. Soy aceptado. Soy una obra maestra.
Entre las historias de la Iglesia, hay una, la de Horacio Stanford, un rico comerciante que vivió en el siglo XIX. Sin embargo, no es la historia de éxitos que podemos escuchar en nuestros días. De hecho, enfrentó horribles tragedias en su vida. Su esposa y sus cuatro hijas viajaban en un barco que cruzaba el océano Atlántico, cuando la nave chocó con otra. Junto con más de doscientas otras personas, las cuatro hijas de Horacio perdieron la vida. La esposa le envió un telegrama informándole de la terrible noticia.
Horacio reservó un pasaje para cruzar el océano y así reunirse con su atribulada esposa. En un momento, el capitán notificó que pasaban por el lugar del accidente, donde murieron sus hijas. Horacio miró con solemnidad las olas y esa noche escribió lo que se convertiría en uno de los himnos más bellos de la fe cristiana: "Cuando la paz como un río inunda mi alma, cuando la pena como el mar levanta sus olas, pase lo que pase, tú me enseñaste a decir: ‘Todo está bien. Mi alma está en paz’".
No importa lo que suceda en el camino de nuestra vida, tenemos que ser capaces de decir: "Mi alma está en paz. La vida quizá me jugó malas pasadas, pero mi alma está en paz. Todos mis sueños no se cumplieron aún, pero mi alma está en paz. Todo está bien. No tengo apuro. Se harán realidad, cuando Dios lo disponga".
Mi plan no resultó. Sin embargo, mi alma está en paz. Recibí una mala noticia del médico, las cosas no se ven bien. Pero Dios tiene otra noticia. Sé que Él puede hacer lo que los hombres no pueden. Y pase lo que pase conmigo, todo está bien. Mi alma está en paz. Este es el tipo de actitud que necesitamos.
Tal vez necesites una nueva perspectiva. Quizá te concentraste en lo que no tienes, en lo que no puedes hacer, en lo que está mal en tu vida. Le decías a Dios cada cinco minutos qué hacer y cómo, informándole que no serás feliz a menos que todo resulte exactamente como lo deseas.
Decide entregarle todo a Dios. El Salmo 55:22 dice: 22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
No importa qué tan oscuro o triste esté todo en tu vida, puedes echar el peso de esa carga en Dios. Si lo haces, te elevarás más alto y verás que sale el sol en tu vida. Esto comienza cuando le creemos a Dios. Tú puedes decidir confiar en Él, estés donde estés. Cuando lo hagas, la batalla no te pertenecerá más. Será del Señor.
Pídele a Dios que te dé fortaleza para soportar y reposa seguro de que Él cuidará de ti, aun en medio de las más terribles tormentas de la vida.
Tenemos que desarrollar cada día un pensamiento como el siguiente: "Me contentaré con el lugar donde Dios me puso hoy". Así lograremos alcanzar lo mejor de cada uno de nosotros.
No importa qué tan oscuro o triste esté todo en tu vida, puedes echar el peso de esa carga en Dios. Si lo haces, te elevarás más alto y verás que sale el sol en tu vida.
Dr. Carmelo Andujar
(Romanos 8:38-39)
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
1-¿Cuál es el Antídoto para la Soledad?
No existe un lugar al que puedas ir donde no esté el amor de Dios. Nunca serás separado del amor de Dios.
Nada ninguna circunstancia ni situación te puede separar, porque el amor de Dios está en todas partes: “ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”.
Si quieres un antídoto para la soledad, aquí lo tienes: nunca serás separado del amor de Dios. El hecho es que perdemos seres queridos y vas a sufrir por eso.
Pero si eres cristiano, nunca estarás solo, porque puedes tener el amor de Dios. No estoy hablando de religión; estoy hablando de una relación con Jesucristo. Su amor dura por siempre, y su amor está en todas partes. (Salmo 139:7-12).
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
2- Dios te Ama Ahora
(Salmos 89:2)
89:2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; En los cielos mismos afirmarás tu verdad.
El amor humano se desgasta, es por esta razón que que no hay piedad, comprensión, sentimientos, misericordia. Conozco a muchas personas que denotan la falta de amor, pero dejaron de amar. El amor humano tiene un límite. El amor humano se agota.
Es por esto que debes tener el amor de Dios en tu corazón, y en todas tus relaciones, El amor de Dios nunca se agota. El amor de Dios es paciente, persistente y perseverante.
Es buena noticia el hecho de que el Señor no se da por vencido contigo. No importa lo que hagas, su amor nunca se rinde. Su amor es lo suficientemente amplio para incluir a todo el mundo y tan extenso que dura para siempre. Dios nunca te amará más de lo que ya te ama. Y tampoco te amará menos de lo que te ama ahora.
Él te ama en tus días buenos y en tus días malos. El amor de Dios no está condicionado por tu respuesta. Dios es amor, y nos da su amor libremente. No podemos ganarlo y no hay forma de merecerlo. Adórale, sabiendo que su amor es para siempre.
“Tu amor inagotable durará para siempre; tu fidelidad es tan perdurable como los cielos.” (Salmos 89:2) Debes entender que Dios nunca se dará por vencido contigo.
3-Tú Tienes que Demostrar que Vales
(Efesios 3:18-19)
17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que,
Arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
La amplitud del amor de Dios se extiende a través de todo el mundo e incluye a todas las personas. “El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras” Dios ama a todo el mundo (Juan 3:16).
Dios nunca creó a una persona que él no ame. Él te hizo; Él te ama. ¡Y Dios no hace porquería! Él te ama incondicionalmente. Él te ama, mucho, mucho, mucho, mucho.
A Dios le importan todos. De hecho, vemos en la vida de Jesús el ama a quienes nadie amaba y a aquellos que se sentían despreciados. ¿Quieres saber el secreto de tener auto estima? Es este: Si quieres confianza, entonces entiende cuanto le importas a Dios. Si Dios te ama, ¿A quién le importa lo que los demás piensen?
Porque Dios nos ama, no tenemos la obligación de probar lo que valemos. Ya no necesitamos accesorios para hacernos sentir bien con nosotros mismos. No tenemos que vestir ciertos tipos de ropas para estar bien o manejar cierto tipo de auto para levantar nuestro ego vacilante. Nunca más necesitaremos símbolos de estatus.
Puede ser que no lo comprendas completamente, pero puedes aceptarlo y permitir que cambie tu vida: ¡Dios te ama!
Dr. Carmelo Andujar (Pastor)
II Corintios 4: 8,9
8. Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9. Perseguidos, más no desamparados; derribados, pero no destruidos;
En algún momento de nuestras vidas tendremos que perder, pero perder no es un sinónimo de derrota. Dios ha perdido pero nunca ha sido vencido.
Mientras haya aliento hay tiempo, mientras no se acabe el tiempo no se determina si está derrotado o si eres un campeón. Tu límite se llama aliento.
No puedes cambiar lo que perdiste pero si puedes entender que no estas derrotado por lo que perdiste.
II Corintios 4:8 Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; Angustia; Perdida del aire, ninguna tribulación nos va a llenar de angustia.
Quien tiene el control es el que manda. El Señor tiene el control porque tú se lo entregaste.
Donde hay autoridad está el control, donde hay reconocimiento de la autoridad.
Tienes el derecho de sentirte en apuros, pero no tienes derecho a desesperarte. Cuando te desesperas tomas decisiones incorrectas.
No debes de perder la esperanza, el hecho que no entiendas lo que está sucediendo no es razón de peso para desesperarse.
Que tu desespero no te robe la esperanza que tienes en el futuro. Que tus sentimientos y emociones no toquen tus convicciones. La esperanza radica en las convicciones no en las emociones. 4:9. Perseguidos, más no desamparados; derribados, pero no destruidos;
Atribulados es con lo externo, angustiados con lo interno.
Los apuros son externos pero perder la esperanza viene de lo interno.
Desamparados: Quedar sin cobertura, Morar: Vivir un Estilo de vida. Derribados pero no destruidos. Nadie puede destruir lo que Dios ha hecho. No podemos vivir gobernados por lo que nos pasa alrededor. Debes vivir gobernado por lo que crees.
1l de Corintios: 4:16-18. 16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 4:18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Desmayar es perder el conocimiento, hay gente que pierde el conocimiento de todo lo que ha aprendido. Te angustias, te destruyes, te desesperas, te sientes derrotado, sino te renuevas día a día.
Habla de leve tribulación porque habrá una gran tribulación, como no puedes pasar una leve tribulación si las personas que se queden después del arrebatamiento no podrán vivir la gran tribulación. El que deja a Dios por la leve tribulación se acerca a la gran tribulación, la leve tribulación te acerca más a Dios. Lo que hoy vez es fluctuante, las cosas que se ven cambian de temporada. Las cosas que no se ven son eternas, debemos de ver las cosas que no se ven porque nosotros también somos eternos, porque mi eternidad nadie la puede cambiar.
¡Decida estar contento hoy! No se tiene que esperar a que todo esté perfectamente bien en su familia o negocio, o que todos sus problemas hayan sido resueltos, ni se tiene que esperar para estar contento hasta bajar de peso, librarle de aquel hábito dañino o cumplir con todas sus metas. No, Dios quiere que esté contento ahora mismo, dondequiera que esté.
La alegría es una decisión. Al despertar por la mañana, usted decide si estará contento y disfrutará del día o si estará triste y se la pasará con una mala actitud. Es su decisión. Si comete el error de permitir que sus circunstancias dicten su felicidad, entonces corre el riesgo de perderse da la vida abundante que Dios tiene para usted.
Puede estar pasando por un momento difícil, o puede tener obstáculos grandes en su camino, lo cual son buenas razones por estar infeliz o triste, pero estando triste no cambiará ni mejorará nada. Una actitud negativa y áspera tampoco mejorará nada.
¡Mejor decida estar contento y disfrute su vida! Al hacer eso, se sentirá mejor, y su fe causará que Dios llegue y haga milagros en su vida. Dios sabe que tenemos dificultades, luchas, retos, pero nunca fue su intención que viviéramos en una “montaña rusa”, un día arriba y el otro abajo. Dios quiere que vivamos consistentemente y que disfrutemos de cada día de nuestra vida.
Para hacer eso, tiene que dejar de preocuparse por el futuro, y dejar de preguntarse cómo saldrá todo. Viva un día a la vez; mejor aún, haga que este momento cuente. Aunque es bueno tener un punto de vista panorámico, establecer metas, fijar presupuestos y hacer planes, no es bueno vivir siempre en el futuro porque nunca disfrutará realmente del presente como Dios quiere que lo haga.
Cuando nos fijamos demasiado en el futuro, muchas veces terminamos frustrados porque no sabemos lo que viene por delante, y esta incertidumbre aumenta nuestro nivel de estrés y crea un sentimiento de inseguridad en nosotros. Pero debemos entender que Dios nos da la gracia para vivir el día de hoy, y no nos da la gracia necesaria para mañana.
Al llegar a mañana, tendremos la fuerza que necesitaremos, Dios nos dará lo que nos hace falta, pero si nos preocupamos del mañana ahora, lo más seguro es que nos veremos frustrados y desanimados. Tiene que aprender a vivir un día a la vez. Usando su voluntad, escoja comenzar a disfrutar de su vida ahora mismo porque la vida es demasiada corta como para no disfrutar cada día. Aprenda a disfrutar de su familia, sus amigos, su salud, su trabajo; disfrute toda su vida.
La alegría es una decisión que se toma, no es una emoción que se siente. Claro que todos hemos pasado por momentos en la vida cuando algo malo nos ha sucedido, o cuando algo no sale como habíamos esperado, pero allí es cuando tenemos que tomar la decisión de ser felices a pesar de nuestras circunstancias.
Muchas personas viven en un estado constante de confusión. Siempre están molestos, siempre están frustrados, siempre tienen algún reto importante que no les permite ser felices. No pueden dormir en la noche porque están demasiado preocupados; no les gustan las personas con las que trabajan; se molestan por cualquier cosa insignificante. Cuando están en un embotellamiento o cuando algo no se hace como ellos quieren, se les amarga el día y se enojan.
Aprender a vivir una vida de paz es extremadamente importante, y para hacer eso, tenemos que ser flexibles y estar dispuestos a hacer ajustes o cambios. Cuando nos sucede algo que normalmente nos enojaría, tenemos que ser firmes en nuestra decisión de no permitir que eso robe nuestra paz, que gobernaremos sobre nuestras emociones y no nos permitiremos estar frustrados o molestos. Tenemos que tomar la decisión de estar felices.
La pasión por Dios hizo que se destacaran hombres y mujeres en la Biblia, por ejemplo Moisés quien descendió del monte Sinaí con su rostro resplandeciente a causa de la gloria de Dios en él, y la misma Escritura nos dice que esto pasó por que había hablado con Dios: “no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios” (Éx. 34:29). La pasión por Dios, la búsqueda de Su presencia provocará los más grandes cambios que ser humano se pueda imaginar, pues ante Él nada será igual…
PASIÓN POR DIOS
“Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí” 2 Reyes 2:9.
Es fundamental mantener un profundo anhelo por la presencia de Dios. En esa decisión de buscar al Señor debemos echar mano de la perseverancia ante las dificultades que esto implica. Podemos ver a la luz del contexto del pasaje de hoy que por lo menos en tres ocasiones el profeta Elías le pide a Eliseo que se quede, pero éste persevera siguiendo a su maestro y no lo descuida, pues sabe que pronto Elías será llevado al cielo.
El profeta Eliseo deseaba una doble porción del Espíritu Santo que reposaba sobre el profeta Elías. Tengamos en cuenta que en el Antiguo Testamento el Espíritu de Dios venía sobre los hombres, pero en el Nuevo Testamento vino a morar en los hijos de Dios (hoy somos templo del Espíritu Santo, cosa que no sucedía en el A.T.) pero aun así vemos que hombres como el profeta Elías y Eliseo conocían de manera íntima al Espíritu de Dios. Te invito a leer el artículo:
“El Valiente Gedeón y El Ángel De Jehová”.
El profeta Eliseo quería más del Espíritu, tenía pasión por Dios, podemos ver esto como una bendita insatisfacción. Así nuestro corazón debe ser agradecido por todo lo que hemos recibido de Dios, pero al mismo tiempo debemos mantener un profundo anhelo por Su presencia, cuando ese deseo personal por Dios se pierde, aparece con toda su fuerza el peso de la religión y la agotadora rutina eclesial.
Tomando Control Sobre Sus Emociones
Dr. Carmelo Andujar (Pastor)
Dios desea que su alma prospere, el cual incluye sus emociones (3 Juan 2).
1. El compartimiento de su alma incluye tres partes - su mente, voluntad y emociones. Emociones son sentimientos en el interior, causados por placer o dolor, que tratan de moverle hacia cierta dirección.
2. Es la voluntad de Dios de que usted gobierne sus emociones. .
3. Sus emociones no deberían de guiar su vida.
4. Auto-control es una fuerza dada por Dios que le habilitará
a tomar control de su espíritu (Proverbios 16:32).
5. La raíz que causa toda emoción negativa es el sentido de no tener poder.
B. Jesús tuvo emociones, pero Él no permitió que las emociones Le controlaran (Hebreos 4:15).
1. Jesús experimentó toda experiencia que nosotros experimentamos. Él entiende nuestras emociones cuando pasamos por algo, pero debemos seguir Su ejemplo.
2. Usted no debe dar autoridad a sus sentimientos cuando se presentan.
3. Satanás trato de alejar a Jesús de la voluntad de Dios para Su vida al atacar Sus emociones en el Jardín de Getsemaní (Marcos 14:32).
C. Hay tres área en cual el diablo desea convencerle a usted que no puede cambiar:
1. Su personalidad.
2. Su Circunstancias.
3. Sus debilidades
D. Dios le ha dado autoridad a usted sobre todo el poder del enemigo (Lucas 10:19).
1. El diablo no puede esforzarle a usted en hacer nada; el solo puede hacer sugerencias.
2. Él trata de herirle emocionalmente para que así usted pueda ser vulnerable a sus ataques.
a. Cuando está herido, sus emociones están alteradas y causa que haga decisiones emocionales, el cual le mueve de la voluntad de Dios para su vida.
E. Hay una manera correcta e incorrecta para vencer las heridas.
1. Los siete pasos para ser liberado de dolor son:
a. Tomad el escudo de la fe, cual es la Palabra de Dios (Efesios 6:16). Lo que Dios diga es lo que hace la diferencia, no lo que otros digan.
b. Perdonando a otros como acto de fe.
i. El perdonar es una decisión, no es basado de cómo usted se sienta o como otra persona le haya tratado.
ii. No “tome en cuenta” de que haya perdonado y está en espera de que otros hagan algo o cambien antes de que usted les perdone.
c. Deje de revivir la situación.
d. Deje de hacer excusas del porque siempre está herido.
i. Sálgase de su pasado (Filipenses 3:13).
e. Deje de usar sus emociones en su manga.
f. Deje de desquitarse de otros quienes le hayan hecho daño.
g. Tome comunión sobre la situación.
2. Cuando usted haya sido herido, no haga lo siguiente:
a. No trate de vengarse al herir a otros.
b. No pretenda de que no está herido.
c. El decidir de no confiar más.
d. No endurecer su corazón.
Bendecidos.