Jer 22:27 Y a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver, allá no volverán
El destierro es triste. Aunque uno no quiera, pero el terruño lo tiene atado a uno toda su vida. Los recuerdos, las experiencias, la familia, las amistades, el trabajo. Tantas cosas que se dejan atrás. Solo aquellos que han tenido esta experiencia pueden saber y hablar del sufrimiento en tierra ajena.
Hay diferentes tipos de destierros:
Primero: El producido por el pecado, por las cosas mal hechas, por la rebelión contra Dios. Este es el caso de Nhusta, la reina madre, de Juaquín en nuevo rey en Jerusalén y de Conías, hijo de Joacím, hombre importante en su tiempo.(2 Rey. 24:15). La sentencia fue: Jer 22:26 Te haré llevar cautivo a ti y a tu madre que te dio a luz, a tierra ajena en que no nacisteis; y allá moriréis.
Esta situación se extendió a todo Judá, cuando fueron llevados cautivos a Babilona siendo desterrados.
Segundo, el autodestierro, que algunos se imponen huyendo de la ley en su país por un delito cometido.
Tercero: El destierro al cual son obligados miles de personas por sus opiniones políticas y religiosas. Personas a los cuales se les niega derechos en su propia patria. Personas que son perseguidas por asuntos de conciencia y que en sus países son catalogados de enemigos por el régimen imperante y son presionados para abandonar su tierra, aún en contra de su voluntad. En estos casos el sufrimiento interno y sus limitaciones se convierten en la sentencia del régimen que los desterró.
Cuarto, el destierro que se produce, cuando un hijo de Dios es llamado por Él y enviado a un país extranjero para predicar su palabra o cumplir un propósito divino. Este es el caso de Abraham, cuando Dios le dijo: “Vete de tu tierra y tu parentela a una tierra que yo te mostraré”. De todos los destierros este es el mas digno. Este destierro encierra sentimientos encontrados. Nostalgias por su terruño, pero atenuado por la paz de Dios. Extraña a sus seres queridos, pero atenuado por la compañía y cariños de Dios.
Este tipo de destierro tiene su recompensa: Mat 19:29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. ¡Vale la pena!.
Si has sido llamado por Dios, obedece. Es aquí donde está la verdadera felicidad. No importa a donde Dios te envíe, él estará contigo y satisfará toda tu necesidad y llenará el vacío de tu alma.
Lev 26:11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará;…
Cuando Dios habla al hombre, utiliza el lenguaje humano para que le entiendan. A esta forma del lenguaje se llama antropomorfismo, que consiste en la atribución que Dios se toma para mostrarse como humano en alguno de los aspectos de su revelación. La Biblia habla de “las espaldas de Dios”, “las manos de Dios”, “el rostro de Dios”, etc. Él se revela aquí como poseyendo alma. Este versículo, como otros paralelos, donde Dios se atribuye un alma, no hace más que demostrar que esta palabra se utiliza para definir un aspecto espiritual del ser, que no se relaciona, necesariamente, con el hombre como un todo. Además, la espiritualidad del alma se denota aquí porque Dios es espíritu, no tiene cuerpo, no es un ser humano, por lo cual la palabra alma, en este caso, nada tiene que ver con el hombre.
Sin embargo tenemos que entender que el alma procede de Dios, él es el que la imparte para dar personalidad a cada individuo. Ella es el asiento de todas las cualidades personales. Al proceder de Dios y ser colocada dentro de del hombre, ésta mantiene relaciones espirituales con su fuente, Dios, y de estas relaciones depende su felicidad o su infelicidad. El alma usa el cuerpo para comunicarse con el medio exterior. Recibe sus impresiones a través de los sentidos. Toma conciencia del medio mediante los órganos corporales tales como la vista, el oído, el olfato, tacto, etc, por lo cual es necesario entender este mecanismo, porque el medio de su manifestación y de su afectación es esta carne débil, pecaminosa, afectada por el pecado que la separa de Dios. El deseo de Dios es tener comunión constante y plena con su pueblo, con cada uno de sus hijos en particular. Dentro del contexto en que están dichas las palabras del versículo, se resalta la clave para el dominio pleno del alma sobre los sentidos y cualidades personales que la rigen, y la clave está en la exigencia de obediencia y santidad de parte de Dios para sus hijos. Es la obediencia y la vida de santidad del alma la que hace real la morada de Dios en medio de sus hijos y la aceptación y comunión con ellos. De esta comunión se deriva la liberación completa de su pueblo en general y de cada uno de sus hijos en particular. Entonces se hacen una realidad experimental en nuestras vidas las palabras de Dios, sus promesas para su pueblo fiel: “Yo soy Jehová que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fuerais sus siervos; rompí las coyundas de vuestro yugo y os he hecho andar con rostro erguido” (v. 13). ¿Cómo quieres vivir: esclavo en Egipto o libre en Canaán?. Esto ahora depende de ti.
Gén 34:8 Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.
El amor, como cualquier otro sentimiento tiene dos caras, una buena y otra mala. De acuerdo a como lo manifiestes y apliques, así serán los resultados que has de obtener. Los buenos sentimientos pueden degenerarse y convertirse en un arma mortal. El celo puede convertirse en un fantasma acosador, si no está centrado y controlado por el temor de Dios. El amor, puede convertirse en un sentimiento pasional si ese amor no tiene su fuente en Dios. El pecado tiene sus raíces en los afectos degradados. Esto lo podemos comprobar con un estudio sobre las técnicas usadas por Satanás aplicadas a Eva y a Jesucristo en el desierto.
Él apeló a sentimientos correctos pero mal encaminados, con Eva tuvo éxito, con Jesús, fracaso. En el caso de Siquem, al igual que muchos casos actuales, podemos notar como las relaciones descontroladas, desiguales y despojadas del temor de Dios, traen como consecuencias males que a veces no se pueden superar. La Biblia es muy escueta en su relato, pero la experiencia nos indica que estas relaciones entre Dina y Siquem, fueron un proceso de tiempo, de relación en fiestas populares, paseos, grupos de amistades, etc.
No se puede precisar hasta qué punto Siquem le atraía a Dina, siendo este el hijo del principal del pueblo, pero sí se ve a las claras la fuerte atracción que Dina ejercía sobre este hombre. Posibles insinuaciones y rechazos, pero lo cierto es que al darse la ocasión de estar solos, él abusó de la chica desplegando sobre ellas toda la fuerza de la pasión inhibida hasta ese momento.
Triste la historia, pero ella se repite, y tal parece que, en algunos casos, no enseñan nada las experiencias y lecciones experimentadas y aprendidas por otros.
Cuantas veces se le aconseja al joven que el yugo desigual en el noviazgo y el matrimonio es contra y voluntad de Dios. Sin embargo no parecen percibir el peligro que se cierne detrás de todas esas relaciones que parecen inofensivas pero, cual anzuelo, envuelto y escondido dentro de la carnada entra no sale. Ya es demasiado tarde.
Tal parece que el chico se apego afectivamente, o sea, “se enamoró”. ( Heb. “kjashac” = amar, deleitarse.)
Su alma espiritual quedó afectada por esta experiencia. Esta es el asiento de todos los afectos, por lo cual es el alma la que ama. Aunque afecta todo el ser, sin embargo aquí se refiere, específicamente, al alma espiritual y no a la persona como un todo. No es el cuerpo (Heb. basar=carne) el alma la que ama, aunque ese amor se exprese externamente y a través de nuestro cuerpo, a veces de forma correcta, a veces de una forma degenerada.. Lo cierto es que cuando trataron de solucionar pacífica y familiarmente la situación, no valió, dotes, ni expensas, ni villas ni castillos. Esta triste experiencia terminó con el genocidio y con una maldición sobre sus ejecutores.
Queridos, la Biblia no se equivoca. Los padres deben mirar en qué entorno se mueven sus hijos; quiénes son sus amistades allegadas, qué conciencia tienen de los planes de Dios con sus vidas como parte de la familia de Dios. Los hijos necesitan conciencia de lo que es una vida de santidad, de comunión con Dios y del papel que juegan ellos como herederos de la justicia que en Cristo han obtenido.
SER PARTE DE LA FAMILIA DE DIOS, NO ES UN JUEGO, ES UN PRIVILEGIO, PERO A LA VEZ ES UNA GRAN RESPONSABILIDAD. ¡CUIDA LA POSICIÓN Y JUEGA CON PRECISIÓN!
Gén 32:30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel;[c] porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. (Nefesh.Heb.)
Hay experiencias en la vida cristiana en las cuales son necesarias experiencias mas profundas con Dios, y que realmente cambien de raíz nuestra vida espiritual. La mera vida diaria, superficial, del mantenimiento diario, del gloria a Dios y aleluya, no es suficiente para enderezar aspectos torcidos de nuestro carácter con los cuales hemos convivido por mucho tiempo. Si hacemos una evaluación de nuestro crecimiento y desarrollo de nuestra madures cristiana, si evaluamos los logros obtenidos en nuestro ministerio, si consideramos hasta que punto Dios ha podido llevar a cabo sus propósitos en nosotros, tenemos que llegar a la conclusión de que algo ha faltado en la proyección de nuestra vida espiritual que nos ha tenido limitados, esclavos, a merced de la voluntad de los demás y sin poder alcanzar a plenitud la bendición y la promesa de Dios para nuestras vidas, ministerios y familia.
Jacob fue heredero de una promesa de gran envergadura, de largo alcance y de repercusiones universales. Pasó todo su tiempo dedicado a la formación de su familia, al logro de riquezas materiales. Una vida de conflictos familiares, luchas internas. Uso de las formas carnales y humanas para lograr, por esos canales una bendición, de la cual estaba consciente, pero con poca o ninguna dependencia de Dios. Los resultados fueron obvios. Hay un dicho que dice que lo que mal comienza, mal termina. Comenzó con el engaño inducido por su madre, adoptó ese sistema como un modo de vida; esas artimañas las aplicó con su tío Labán, de tal forma que todo concluyó con la huida en vez de una salida pacífica y honiorable y que por intervención y misericordia de Dios pudo salvar.
Pensaba que dejaba a tras una vida para comenzar otra, pero, le esperaba la cuenta pendiente con su hermano Esaú. En medio del conflicto a afrontar, nuevamente comienzan las estrategias humanas para salvar aquella otra situación y dice la Biblia que “así se quedó Jacob solo y luchó con él un varón, hasta que rayaba el alba”. La lucha fue intensa, pero Jacob sabía que esa experiencia representaría, de una forma definitiva la solución de su problemática espiritual y decidió librar la batalla. Su suerte estaba echada, sufrió consecuencias físicas que le recordarían el resto de su vida esa experiencia singular, pero “no lo dejaría hasta recibir la bendición transformadora”. Al rayar el alba tuvo la victoria. “Ya no te llamarás Jacob , sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y hs vencido”.
Cambio de nombre, cambio de naturaleza y de carácter. De “suplantador” a “vencedor”. ¡que diferencia. Esta experiencia Jacob la describe con palabras de significado profundo: “vi cara a cara a Dios, y fue librada mi alma”. Allí, en lo mas profundo de su alma experimentó “un nuevo nacimiento”, el comienzo de una nueva vida. Reconciliación con Dios, reconciliación con su hermano y canal fluyente de la bendición de Abraham para la posteridad.
Hermano, hermana, no sé hasta que puno te ves identificado con la experiencia de Jacob, pero una sola cosa te digo, hay problemas espirituales de fondo, que no lo vas a resolver en Mahanaím, vas a tener que bajar a Peniel, y allí, cara a cara con Dios vas a tener que resolver tu situación, de lo contrario, permanecerás toda una vida viviendo en Harán.
Gén 42:21pero se decían el uno al otro: --Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba y no lo escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia…..
Detrás de ese hecho hay un trasfondo de conflictos familiares que produjeron celos, desavenencias, incomprensiones, hasta el punto de desatar toda esa mugre pecaminosa de odio sobre José su hermano. A veces se hace incomprensible como los problemas familiares desembocan en hechos altamente delictivos, pero lamentablemente así pasa. La historia cuenta muchos casos.
Los oídos se ensordecen ante el lamento y ruego del que pide misericordia. Tal parece que esa actitud produce una reacción de combustible que potencializa la situación llevando a acciones que después llegan a pesar. Esto fue lo que pasó con los hermanos de José. En el momento de la crisis, viene la reacción. El pecado alcanza y pasa la boleta, y es allí, en medio de la aflicción, producto de la conciencia del pecado, que nuestra alma se sensibiliza y se da cuenta de la magnitud del mal cometido.
En el proceso de definiciones, a través del tiempo, vemos como hubo un reconocimiento paulatino de las funciones personales del alma espiritual. Los hermanos de José, reconocieron su pecado, y expresaron que “vieron la angustia del alma de José” y que por eso, esa misma angustia había sobrevenido a ellos.
Al aplicarle al alma la capacidad de angustiarse, no hacen más que reconocer, a sus alturas, la personalidad del alma espiritual como asiento de sus manifestaciones afectivas. Por lo cual, aquí no se pude interpretar “alma” como “vida”, tampoco aplicarla al ser integral, sino específicamente al alma espiritual y personal en todas sus capacidades afectivas. Su angustia la reflejaba a través de su cuerpo, pues es el cuerpo el canal receptivo y visible de los afectos del alma. El alivio vino para ellos, cuando en un acto de misericordia y amor, José perdonó el pecado de sus hermanos. El perdón trae liberación. El perdón marca una nueva etapa en las relaciones humanas. El perdón da oportunidad para la manifestación de las cosas buenas que todavía el hombre conserva en su corazón. No privemos a nuestra alma del gozo y la alegría de sentirse libre para actuar de acuerdo a la voluntad de Dios. ¡perdona y recibe el perdón!
Isa 1:14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.-------
En ocasiones, Dios, para hacerse entender del hombre, utiliza términos o se adjudica características humanas, ya que de otra forma no lo entenderíamos. En este caso, para manifestar su desagrado hacia la falsa devoción del pueblo manifestada por medio de sus formas de adoración, Él se adjudica un alma, porque el alma es el asiento de todas las actividades de la personalidad, pensando, sintiendo, decidiendo, etc. Esto no hace mas que comprobar que el alma no es, meramente, el hombre de carne y hueso, sino que es el ente espiritual colocado por Dios dentro del hombre que lo convierte en un alma humana. Esta alma espiritual tiene afectos: aborrece, siente agravio se cansa, porque estas son sensaciones de carácter espirituales que solo los seres espirituales son capaces de experimentar. Por otra parte, la satisfacción de Dios hacia nuestras manifestaciones de adoración o trabajo para él, no reside en el activismo cansador que a veces nos caracteriza. Más allá de lo que hacemos o lo que no hacemos, Dios está mirando dentro de nosotros: ¿Cuáles son los móviles verdaderos que se gestan en nuestra alma?: ¿Dar buena impresión al que nos ve?; ¿Oír alguna palabra de elogio que cebe nuestro ego?,¿lograr popularidad?, ¿un espíritu competitivo con un supuesto contrincante?, ¿aparentar que somos muy santos con nuestras manifestaciones alborotadoras, extremas y externas de adoración?.
Todo lo que para Dios hacemos, toda manifestación adoracional hacia Dios, única y exclusivamente debe buscar la gloria de Dios, el engrandecimiento de su reino, y la edificación del Cuerpo de Cristo. Todo lo que de esto se aparte le son gravosas y cansadoras a Dios.
Gén 35:18 Ella, al salírsele el alma --pues murió--, le puso por nombre Benoni; pero su padre lo llamó Benjamín.
La palabra “salir” viene de la palabra hebrea “yatsá”, que entre otros usos significa “abandonar”, “salir”. Dice que el “alma” (nefesh) abandonó o dejó al niño, por lo cual el niño murió. En este acto lo que sale es el ente espiritual que vitalizaba al cuerpo (el alma portadora de la vida personal)”. Esta misma idea la rescata Padro cuando dice: “Tengo por justo, que en tanto estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación, sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, (SOMA-GR.) como el Señor Jesucristo me ha declarado. También yo procuraré con diligencia después de mi partida vosotros podáis tener memoria de estas cosas” 1 Ped. 1:13 (Véase: Luc. 9:31; Hech. 20:29; 2 Tim. 4:6).
Lo que sale, parte o abandona el cuerpo es el alma espiritual. El cuerpo (basar-heb; soma-gr.) queda en la tumba (Heb. Keber; meneyón- gr.). El cuerpo queda sin vida (Heb. kjai) porque el alma (Heb. nefesh) parte, sale del cuerpo. Sobrevive a la muerte del cuerpo porque el alma es vida y la vida no muere, vivifica.
Analicemos los presupuestos aneriores:
Al libro de Génesis se le denomina el libro de los principios. Allí está el germen de las principales doctrinas de la Biblia. Así que comencemos por aquí:
1ro. Nefesh, heb. (alma, principio vital).- Gén 1:20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
La expresión “seres vivientes” o “criaturas vivientes” es una traducción de las palabras SHERETS, Heb. y la palabra NEFESH. O sea criaturas diminutas, pequeñas, en que hay alma. Aquí la palabra “alma” es equivalente de “fuerza vital” o “principio de vida”. La Biblia no dice que esas criaturas diminutas eran almas, sino que tenían vida.
Gén 1:20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas criaturas que se mueven y tienen vida, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. (RVG)
El traducir: “Produzcan las aguas almas vivientes……” no es correcto ya que la palabra “viviente” es la traducción de la palabra NEFHES (ALMA) y según el original lo que es viviente son los SHERETS (CRIATURAS).
Viviente (alma.nefesh) es el adjetivo que modifica a (sherets-criaturas o seres)
El alma es lo que le da vida y en este caso hay que tomarla como “fuerza vital”.
Génesis 1:30 corrobora esta idea:
Gén 1:30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. (RV60)
En este versículo la palabra “alma” se traduce “vida”. En hebreo hay una palabra para vida: KJAI .
Se sustuye la palabra kjai, por alma, ya que el alma es la portadora de la vida. Estos seres vivientes, ya sean plantas o animales NO SON ALMAS, sino que tienen VIDA. Aquí no se utiliza la palabra SHERETS, ya que no habla de pequeños seres, sino de criaturas mas grandes.
2do. El hombre como alma viviente.-
Gén 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. (RV60)
Gén 2:7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente. (RVG)
Ser viviente o alma viviente relacionado con el hombre, es la traducción de NEFESH. HEB)
Si analizamos detalladamente el acto de la creación del hombre nos daremos cuenta de lo siguiente: Que en el acto de la creación del hombre es Dios, quien personalmente, directamente con sus propias manos crea al hombre. En el caso de los otros seres creados solo dice: “Sea…”, “Haya…”, “Produzcan…”, o sea, Dios dio una orden y vivieron a la existencia. En relación a la creación del hombre es diferente:
A) Dios usó, como materia prima para la creación del cuerpo de Adam, polvo de la tierra o barro. (AFAR-POLVO-BARRO, HEB.) Este es “el hombre exterior” del cual habla el apóstol Pablo
B) Dios sopló (NAFAKJ-HEB. “Soplar duro). ¿qué sopló?
C) Dios sopló NESHAMÁ, fíjese que no dice ni RUHA-ESPÍRITU, ni NEFESH.
D) Cuando Dios introdujo el neshamá, ente espiritual que hizo reaccionar a aquél cuerpo para que cobrara vida (kjai-heb.), fue, entonces, que el hombre llegó a ser un alma viviente. O sea, el neshamá, como ente espiritual se constituyó en la fuente de la vida inteleectual o psíquica, de la vida afectiva y de la vida volitiva. (Este es “el hombre interior”). El hombre como alma vive, piensa, siente y decide por ese elemento llamado neshamá y que en ningún lugar de la Biblia dice que le fue conferido a los animales ni a las plantas. Esto nos enseña, 1ro. que la palabra alma se utiliza aquí como viendo al hombre como un todo. Por eso es propio decir que el hombre es un alma viviente, y en la Biblia, aunque pocas veces se le aplica la palabra alma para referirse al hombre en todo su ser integral. 2do. Este neshamá es lo que cualifica al hombre que lo hace diferente de los animales y las plantas, inclusive, a los ángeles. 3ro. Que el neshamá es algo diferente e independiente del cuerpo. Que el cuerpo sí necesitaba el neshamá para tener vida, pero el neshamá no necesitaba del cuerpo por era la misma vida.
E) El nefesh que vitaliza al reino animal y vegetal, es completamente deferente al alma que posee el hombre, ya que la naturaleza del alma humana es dignificada y cualificada por el neshamá que Dios, personalmente, introdujo en el cuerpo del hombre. Por esto es de una calidad superior.
F) La palabra alma va tomando un significado más preciso a medida del progreso de la revelación especial en la Palabra. Para esto vamos paso a paso para entender este proceso.
Veamos el desarrollo doctrinal del significado de la palabra “alma”: (sigue con reflexionEs)
Si hay una palabra que ha traído mucha confusión en la interpretación del texto bíblico ha sido la palabra “nefesh”, (alma). Esto se debe que esta palabra, al igual que otras, tiene un amplio espectro de significados y aplicaciones; significados que, a través del tiempo y su uso en diferentes épocas ha ido tomando. Este proceso, o fenómeno se denomina polisemia, creando todo un conjunto de ideas, que, aunque no se contradicen, sin embargo va variando de significado según el lugar y la cultura que le da su propio matiz en el significado. Por esta causa la palabra “alma” (nefesh. Heb) se encuentra en la Biblia matizada con una variedad de significados, que solo pueden interpretarse a la luz del contexto histórico y gramatical en que está empleada. Esto da por resultado que en ocasiones la palabra “alma” esté traducida como “vida”, como haciendo alusión a todo el ser o manifestada a través de órganos del cuerpo y a todo ser viviente, en sentido general.
Aplicar y resaltar cualquiera de estos significados, excluyendo a los otros, o darles un mismo significado obviando a los otros, caemos en el error de formar una falsa enseñanza sobre la verdadera naturaleza del hombre, que es, lo que en este estudio quiero resaltar.
Si hacemos un estudio consciente y responsable, requisando el uso de esta palabra en los pasajes donde es utilizada en el A. T. podemos notar el desarrollo continuo de los diferentes significados que fue tomando su utilización a través del tiempo. A este fenómeno se le denomina “diacronía”, que es el significado que toma una palabra por su uso continuo y que se generaliza. La diacronía tiene su comienzo en el significado que en un momento determinado y una cultura determinada le da a esa palabra, por diferentes causas, y a este fenómeno se le denomina “sincronía”, que es el significado de la palabra del momento. Estos fenómenos producen todo un abanico semántico de significados, pero todos relacionados unos con otros a causa del vínculo estrecho y abarcativo de los elementos y a la permanencia de su esencia original.
Con esto quiero decir, nuevamente, que el poner énfasis en uno de los significados, excluyendo a los otros, es irrazonable, ya que estos aspectos, en conjunto, conforman la verdad de una doctrina revelada en la Biblia.
Para poder darle el verdadero sentido de la palabra “alma” es necesario dar un recorrido paciente a través de la historia bíblica y allí notaremos el proceso significativo de esta palabra en los diferentes períodos que marcan los libros sagrados.
Para esto debemos tener en cuenta las siguientes pautas desprendidas de la misma Biblia:
1ro. Cuando se le aplica a todo ser viviente, se traduce por vida, o como principio vital, característico de las plantas, animales y el hombre.
2ro.Cuando la palabra alma se relaciona con las actividades físicas del hombre, cuando hace alusión directa con el individuo, debe interpretarse como el ser humano visto como un todo, al hombre integral.
3do. Cuando la palabra alma se relaciona con actividades espirituales, especialmente en sus relaciones con Dios, debe interpretarse con el alma espiritual, que está dentro y en el hombre.
4ro. Cuando la palabra alma es relacionada con actividades afectivas, síquicas y volitivas, debe interpretarse como alma espiritual y personal, ya que ella es el asiento de todos los atributos de la personalidad.
5to. Cuando la palabra alma le precede o antecede adjetivos posesivos y le da una ubicación interna en el individuo, alude al alma espiritual poseída por el hombre.
6to. Cuando la palabra alma es sustituida, en sus actividades afectivas, por, órganos del cuerpo tales como “mis entrañas”, “mi corazón”, “mis huesos”, “la mente”, etc. se produce lo que en el lenguaje se conoce como sinécdoque donde se toma la parte por el todo o la sustancia por la cosa. El alma espiritual se comunica a través del cuerpo con el mundo exterior y es, a la vez, afectada por el mundo exterior. Es tal la unidad entre el cuerpo y el alma que a veces, en estos casos, se hace difícil definir a quién se refiere el escritor cuando hace alusión a ella.
Este versículo ha confundido a muchos, identificando la sangre con el alma. La palabra “alma” en este versículo está utilizada dos veces y con dos significados diferentes. La Biblia dice que el “alma está en la sangre”, pero no que es la sangre. Aquí se traduce como vida porque es el elemento vitalizador de la sangre y de todo el cuerpo. La sangre es dada para “hacer expiación por vuestras almas”, y en esta expresión hace alusión al alma espiritual y por extensión a la persona. El alma es, la que a través del cuerpo, la que peca
Por eso necesita ser limpiada por la sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. ¿Ha sido, ya, tu alma limpia de todo pecado?. No hay otro remedio.